Para qué nos sirve la conciencia espiritual y social si como salvadoreños nos mostramos impasibles y permitimos que pseudo-periodistas, atropellen nuestros derechos como lectores, es acaso que aún se creen el cuarto poder, y no creen en el Estado de Derecho (incipiente de nuestras Democracias latinoamericanas), ¿Me pregunto hasta cuándo?
A diario nos toca leer esa incómoda realidad para los que conjuran que ostentan la Libertad de Expresión, esos que dicen crear sus nuevos conceptos de "ilustración social y espiritual", mientras ignoran la difícil situación de los capitalinos, y de los campesinos, esos que son los grandes héroes de los anales de la historia y cultura salvadoreña.
“Muy profundo es el pozo del pasado… de la historia salvadoreña de los miles de desaparecidos, por los escuadrones de la muerte y las desaparecidas fuerzas paramilitares, ¿No deberíamos llamarlo pozo sin fondo? Cuanto más profundo buscamos, tocamos y nos adentramos en el inframundo del pasado, más nos damos cuenta de que los cimientos primitivos de El Salvador y de sus conciudadanos, su historia y su cultura se revelan insondables…” ¿Me pregunto cuánto más, deberemos aguantar los salvadoreños honestos, los trabajadores y los oprimidos? Por cuanto tiempo, deberemos seguir leyendo tales aberraciones, de los verdaderos ignorantes de la prostituida política salvadoreña, como es posible que el dueño de este periodicucho, incite a la población a leer a este político de cafetín, a este Mitómano compulsivo de el Señor Gáleas, que no hace, más que demostrar, el tipo de calaña de la que proviene.
Como es posible que se atreva, a tratar de ensuciar la memoria, de él amigo, del luchador, del salvadoreño de corazón y alma, de ese, Sacerdote Jesuita, que lo único que hizo fue luchar a diario, para rescatar a los hijos secuestrados de la guerra, devolverles la esperanza a sus padres. ¿me pregunto?, porque estos seudo-periodistas, no hablan de las atrocidades de la guerra cometidas por el Ejército salvadoreño, los cientos de asesinatos de periodistas muertos a manos del ejército, por que no hablan de los cientos de niños en desamparo que se encuentran viviendo en las calles de San Salvador, por que no hablan de la muerte de Monseñor Romero, porque no reconocen, que la historia de este país no les pertenece, sino que es de todos esos campesinos masacrados en los anales de nuestra historia. Por que no hablan de esos que con boca de analistas políticos, de Oxford, han ordenado la muerte de muchos compatriotas, esos asesinos de escritores y quien sabe cuantas muertes más, o de los comandos que asesinaron a los jesuitas, en plena ofensiva militar, porque señores, si se les olvido como escribir las notas, no buscan mejor hacer algo útil para la Democracia de éste país.
Acusar al padre Jon, de que era un individuo sin remordimiento, que llevaba jóvenes a la guerra, es la peor falacia y la más grotesca de las infamias, pero que puede esperarse de individuos que no aportan nada al pensamiento ni al desarrollo de El Salvador. Pero es comprensible, estos mismos medios que defienden al Imperio y difaman a los protagonistas de la nueva independencia salvadoreña ya han sido derrotados por los pueblos en las consultas electorales contra las que se pronunciaron, en nuestra América Latina y en la mayoría de nuestros países. A ellos les espera el basurero de la historia, porque vivimos los tiempos de una Nueva Independencia Salvadoreña.
Y es que desde un principio, estos pseudo-periodistas, no han hecho otra cosa, que esconderse, bajo las faldas de sus mismas perspectivas, de sus aires de trabajadores y honestos ciudadanos, estos que con sus comportamientos, han condenado a tanto salvadoreño, con su voraz versión de los hechos, negándole un principio fundamental, a todo el que eligen como noticia, de sus mentiras, El principio de réplica, estos monstruos, doctrinados son las verdaderas amenazas de la sociedad, estos son los, que en realidad han reprehendido a los jóvenes honestos, estos son los que en el pasado y en el presente, han asesinado nuestros pensamientos, y nuestros ideales, estos mentirosos serviles, son los que han indoctrinado a muchos para vivir a expensas del pueblo salvadoreño.Estos pseudo-periodistas, son los que se han lucrado de los impuestos del pueblo, los que han vivido a expensas de la población, estos son los genocidas y los que a garrotazo han destruido los cimientos de nuestra sociedad.
"Vivimos en la mentira del silencio. Las peores mentiras son las queniegan la existencia de lo que no se quiere que se conozca. Eso lohacen quienes tienen el monopolio de la palabra. Y el combatir ese monopolio es central."